El estar permanentemente fuera de lugar, es una constante irremediable. Ya no me defino en función de lo que soy sino en función de los muchos lugares a los que no pertenezco. Las series adolescentes se encargaron de hacerle creer a los jóvenes que sentirse marginal es vestirse con ropa oscura, escuchar joy division o iggy pop encerrado en tu cuarto a oscuras.
Lamento decirle a quien sea que lea esto, si es que esa posibilidad existe, que sentirse fuera de lugar es una experiencia mucho mas profunda, intransferible, ontológica.
Implica tener que replantear constantemente que "se es", implica estar en una búsqueda permanente de algo que en realidad no sabemos si existe.
Es como estar en la mitad del océano solo, no hay olas, simplemente el mar estático, inmóvil. Ahora bien, no importa en que dirección miremos, siempre hay agua. Ni un punto de referencia. La inmensidad desproporcionada del mar nos da vértigo, pánico. Sufro porque no entiendo, sufro porque no sé si resistir y nadar, si dejarme llevar. Sufro porque me veo o mi misma boyando sin un rumbo fijo, eternamente.
El sentirse fuera de lugar es eso, una experiencia de resignificación de lo propio constante a tal punto que quedás a la deriva de una fuerza mayor que sentis que te arrastra.
En el caso de que seas mujer, como quien escribe estás palabras, esa experiencia es aún peor. Todos esos supuestos que se nos adjudican, que nos vomitan con su machismo retrógrado. Todo esto al punto que uno no sabe cómo definirse en tanto mujer. Una no sabe, no quiere, no se pregunta. Después de todo sobran los expertos en la materia. Me enorgullece que nosotras solas empecemos a dinamitar esos prejuicios de mierda. Me enorgullezco de todas, que tanto sufrimos en el pasado, que tanto sufrimos en el presente. La hermandad que se genera entre las mujeres; Ese sí es un lugar de pertenencia, uno que hay que conquistar y alimentar.
Después de todo, de verdad no sé que busco, que quiero. Solo sé que tengo 20 años y que soy mujer porque lo elegí. Recordemos a De Beuvoir "No se nace mujer, se llega a serlo". Soy mujer porque frente a este sistema de mierda que prefiere desmotivar nos elegí armarme de valor y salir a la vida, unirme con otras, compartir una causa común.
Me enorgullezco de todo. De ser mujer, de no tener un lugar, y por momentos encontrarlo. Me enorgullezco de que nunca permití que me definan, de que grito al mundo que soy mujer, y que además puedo jugar al fútbol, prender fuego para hacer asado, hacer fuerza, correr.
No encontrar un lugar, que dilema. Estar en búsqueda de encontrarlo: la solución
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