domingo, 21 de octubre de 2018

Beast in you



La primera vez que la escuche me indujo a una especie de trance inexplicable.
 Lloré intempestivamente, desde el pecho, con cada músculo  de la cara contraído. Lloré por lo inesperado, por lo inexplicable, porque me atravesó, se hizo carne desde el primer momento, porque hacía mucho no me sentía así de exhortada.
"Beast in you" es adentrarse en la propia consciencia, es como nadar y tener la cabeza sumergida en el agua. Es perder la noción del tiempo pero estar muy despierto, quizás como nuca. Una sensación de inmensidad, de infinito, de calma pero por sobre todo de fuerza.
Es mirar al cielo de noche y quedar magnetizado por la oscuridad. La pregunta por las estrellas, esa pregunta que se hizo Pessoa alguna vez

"Me da lástima de las estrellas
luciendo hace tanto tiempo,
hace tanto tiempo..
.


"Beast in you" fue un intervalo en la recta lineal del tiempo, de los minutos que se suceden ininterrumpidos, que se escurren de las manos. Lloré porque me detuvo de golpe, me obligó a un acto de introspección, me permitió percibir de otra forma. Porque cada vez que la escucho algo en mi se transforma y aprendo a ver en las más pequeñas cosas una manifestación de la existencia. Me siento viva porque recuerdo la belleza del mundo.