jueves, 29 de junio de 2017



Transitando el caos medio en las penumbras.
Todo se repliega sobre sí mismo.
El universo de las sombras difusas.
Todo es como un gran océano de alquitrán negro, espeso.
La profundidad imperceptible del abismo me incomoda.
No saber.
Ante la caída inminente, la dimensión de una barrera infranqueable. El suelo.
No puedo divisar lo, no existe.
La angustia se transforma en inquietud, solemnidad.
Si no hay un horizonte posible  sobre el cual la caída tenga impacto:
¿Estaré eternamente cayendo en ese agujero negro infinito?
¿Cómo saber si el tiempo transcurre ante un evento que se proyecta indefinidamente hacia
el futuro?
Es un mal sueño, es en definitiva una pesadilla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario