domingo, 25 de noviembre de 2018



Una mirada encarnizada
el producto de su propia sublevación
la herida segrega petróleo que se convierte en carbón

El filo oxidado de la noche que oscila sobre una cabeza
El abandono que no es más que hostigar a la propia soledad
El absurdo
La aspereza del tiempo, su obstinación por volverlo todo presente
El pasado y el futuro se cristalizan conforme el pulso de un reloj que no cesa
La noche se derrama sobre abismo con un sinfín de interrogantes
Los ojos fulguran  en las tinieblas  rebalsados por su propia incredulidad



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